El año 2025 marca una profunda alegría y significado para toda la congregación de las Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús: celebramos los 100 años de la Capilla de Santa Margarita Maria de Alacoque, en la casa General de Roma. Mas que una conmemoración histórica, este centenario es una invitación a renovar la gratitud y la fe que inspiran su fundación --- un espacio que, desde 1925, acoge la oración, el trabajo y la vida de la Congregación en el corazón de la Iglesia.
El sueño de una presencia en Roma nació en el corazón de la propia Madre Clelia Merloni, que deseaba ver a sus hijas misioneras próximas de la caridad, para allí irradiar el amor reparador del Corazón de Jesús. En 1913, las primeras Apóstoles llegaron a la ciudad y, con simplicidad y coraje, iniciaron sus obras educativas y apostólicas. Algunos años más tarde, en 1922, ese sueño tomó forma concreta: fue colocada la primera piedra de la nueva Casa en la Via Germano Sommeiller, que abrigaba a la Sede General, la escuela y una Capilla dedicada al Sagrado Corazón.
La ceremonia contó con la presencia del Cardenal Basilio Pompilij, entonces Vicario del Papa, y reunió religiosas, alumnos y familias de la parroquia de Santa Croce in Gerusalemme. Según las crónicas, el ambiente era de fiesta y esperanza: toda la comunidad percibía que estaba naciendo una obra deseada por la Providencia.
Tres años después, e 1925, la capilla fue abierta al culto y dedicada a Santa Margarita Maria de Alacoque, apóstol de la devoción al Sagrado Corazón. Desde entonces, este templo se transformó en corazón espiritual de la Congregación. Allí generaciones de Apóstoles encontraron la fuerza en la oración, luz en las decisiones y consuelo en las dificultades.
A lo largo de un siglo, la Capilla acompañó la vida de la Congregación y de la Iglesia, testimoniando acontecimientos significativos: en 1950, fue solemnemente consagrada durante el Año Santo; en 1972, se renovó según las indicaciones litúrgicas del Concilio Vaticano II; y, en diversos momentos, recibió visitas ilustres, como las de San Juan XXIII y San Juan Pablo II, ambos profundamente ligados a la espiritualidad del Corazón de Jesús y a nuestra misión de amor y reparación.
Otro momento de gracia inolvidable fue la Beatificación de Madre Clelia Merloni, en 2018. En la capilla fue construida la urna que conserva el cuerpo de la Fundadora --- señal visible de la comunión entre Madre Clelia y sus hijas, que continúan testimoniando, con humildad y caridad, el carisma del Corazón de Cristo en todo el mundo.
El día 9 de diciembre de 2025, día en que se celebra la dedicación de la Capilla, fue celebrada una Santa Misa de agradecimiento por el centenario, presidida por el Cardenal Baldassare Reina, Vicario del Papa para la Diócesis de Roma. En un clima de alegría y gratitud, la Comunidad de la Casa General, junto a numerosas Hermanas y laicos, elevaron un himno de alabanza al Señor por un siglo de gracias, de oración y de presencia viva del Corazón de Jesús en este lugar bendito.
Celebrar este centenario significa, por tanto, revivir un siglo de fidelidad, de presencia orante y silenciosa, de servicio generoso y de amor reparador. Es mirar la historia con gratitud y para un futuro con esperanza, pidiendo que esta Capilla continué siendo, como ha sido desde el inicio, casa de oración, de comunión y de amor al Corazón de Jesús.